Deshacer el Miedo

LA VOZ DEL ESPÍRITU SANTO: EL ÚNICO REMEDIO

El primer paso correctivo para deshacer el error es darse cuenta, antes que nada, de que todo conflicto es siempre una expresión de miedo. Dite a ti mismo que de alguna manera tienes que haber decidido no amar, ya que de otro modo el miedo no habría podido hacer presa en ti. A partir de ahí, todo el proceso correctivo se reduce a una serie de pasos pragmáticos dentro del proceso más amplio de aceptar que la Expiación es el remedio.

Estos pasos pueden resumirse de la siguiente forma:

Reconoce en primer lugar que lo que estás experimentando es miedo.
El miedo procede de una falta de amor.
El único remedio para la falta de amor es el amor perfecto.
T-2.VI.7:1-8


El único remedio es la Voz que habla por Dios, el Espíritu Santo...



Si aceptas el remedio para el pensamiento
desordenado, remedio cuya eficacia es indudable,
¿cómo iban a seguir estando presente sus síntomas?
La continua decisión de permanecer separado es la única razón posible de que siga habiendo sentimientos de culpabilidad. Hemos dicho esto antes, pero no subrayamos los resultados destructivos de tal decisión.  

Cualquier decisión de la mente afecta tanto al comportamiento como a la experiencia. Lo que tú deseas, esperas que tenga lugar. Esto no es algo ilusorio. Tu mente ciertamente forja tu futuro, y se lo devolverá a la creación plena en cualquier momento si primero acepta la Expiación. 

...la mente, Retornará asimismo a la creación plena en el instante en que haya hecho eso. Al haber renunciado a su pensamiento desordenado, la correcta ordenación del pensamiento se hace evidente. T-5.V,7-8
Mi papel [Jesús ó Espíritu. Santo] consiste únicamente en desatar las cadenas que aprisionan tu voluntad y liberarla. Tu ego no puede aceptar esta libertad, y se opondrá a ella siempre que pueda y en cualquier forma que pueda. T-5.V.2:9
Finalmente el aspecto pratico para deshacer el miedo consiste en reconocerlo:  El PODER para aceptar el único remedio radica en el SILENCIO INTERNO en quieta y silenciosa invocación a nuestro SER:
T-5.VI.3. Acuérdate siempre del Reino, y recuerda que tú que formas parte de él, jamás te puedes perder.

T-5.V.4. Todo lo que aceptas en tu mente se vuelve real para ti. Es tu aceptación lo que le confiere realidad. El permitirle la entrada al ego en tu mente y entronarlo allí, es lo que lo convierte en tu realidad. Eso se debe a que la mente es capaz de crear realidad o de fabricar ilusiones. Dije anteriormente que tienes que aprender a pensar con Dios. Pensar con Él es pensar como Él, lo cual produce dicha -y no culpabilidad porque es algo natural.








Non-Duality

Para que la verdad [la no-dualidad] pueda llegar hasta ti [como experiencia], el Curso se vale de palabras, simbolos que estan dentro de nuestro mundo dualista para hablarnos sobre lo que no tiene opuesto. La no-dualidad esta fuera del ambito de las percepciones sensoriales, apesar de ello, podemos llegar a la únion con la experiencia del Ser mediante las practicas meditativas que tienen como función detener el dialogo interno lo cual nos conduce a un estado trasendental. Buscamos un instante de silencio y el abandono al entendimiento para facilitar su llegada. Cuando soltamos nuestras ansiedades, deseo materiales, expectativas, y el abandono de interpretaciónes sensoriales, al paso del tiempo, la luz clara de la Mente de Dios aflora como experiencia y se traduce en un hecho trasedental transportandonos mentalmente mas alla de las mismas palabras. Una mente libre de conflitos es el estado natural de la mente, el único lugar donde realmente vivimos. La experiencia se logra mediante la practica de la quietud mental sustentada por la intención y la certeza de que lo que Jesús nos esta diciendo no solo es validable pero duplicable.

[Aseveraciónes no-dualistas.]
T-26.III.1. La complejidad no forma parte de Dios. ¿Cómo podría formar parte de Él cuando Él sólo conoce lo que es uno? Él solamente conoce una sola creación, una sola realidad, una sola verdad y un solo Hijo. Nada puede estar en conflicto con lo que es uno solo.
L-pI.132.12.4. No hay ningún lugar en el que el Padre acabe y el Hijo comience como algo separado.
L-pI.127.3 El amor no puede juzgar. Puesto que en sí es uno solo, contempla a todos cual uno solo. Su significado reside en la unici­dad. Y no puede sino eludir a la mente que piensa qué el amor es algo parcial o fragmentado. No hay otro amor que el de Dios, y todo amor es de Él. Ningún otro principio puede gobernar allí donde no hay amor. El amor es una ley que no tiene opuestos. Su plenitud es el poder que mantiene a todas las cosas unidas, el vínculo entre Padre e Hijo que hace que Ambos sean lo mismo eternamente.
L-pI.129.4 La comunicación, inequívoca y clara como la luz del día, per­manece ilimitada por toda la eternidad. Y Dios Mismo le habla a Su Hijo, así como Su Hijo le habla a Él. El lenguaje en el que se comunican no tiene palabras, pues lo que se dicen no puede ser simbolizado. Su conocimiento es directo, perfectamente compar­tido y perfectamente uno. 
T-27.III.5:1-2 De la misma manera en que la nada no puede ser representada, tampoco existe un símbolo que represente a la totalidad. La realidad, en última instancia, sólo se puede conocer libre de cualquier forma, sin imágenes que la representen y sin ser vista.
T-18.VI.1:5-6 El Cielo no es un lugar ni tampoco una condición. Es simplemente la conciencia de la perfecta unicidad y el conocimiento de que no hay nada más: nada fuera de esta unicidad, ni nada adentro.
T-15.VII.6.6 Dios creó la única relación que tiene significado, y esa relación es la relación que Él tiene contigo.
L-pI.169.5:1 La unidad es simplemente la idea de que Dios es. Y en Su Ser, Él abarca todas las cosas. Ninguna mente contiene nada que no sea Él. Decimos "Dios es"; y luego guardamos silencio, pues en ese conocimiento las palabras carecen de sentido. No hay labios que las puedan pronunciar, ni ninguna parte de la mente es lo suficientemente diferente del resto como para poder sentir que ahora es consciente de algo que no sea ella misma. Se ha unido a su Fuente, y al igual que ella, simplemente es.
L-pI.169.6:7 Esto está más allá de la experiencia que estamos tratando de acelerar. No obstante, cuando se enseña y se aprende lo que es el perdón, ello trae consigo experiencias que dan testimonio de que el momento en que la mente misma decidió abandonarlo todo excepto esto, está por llegar.
L-pI.169.6:1. No podemos hablar, escribir, ni pensar en esto en absoluto.
T-25.I.5:1-2 Puesto que crees estar separado, el Cielo [la verdad no-dualista] se presenta ante ti como algo separado también. No es que lo esté realmente, sino que se presenta así a fin de que el vínculo que se te ha dado para que te unas a la verdad pueda llegar hasta ti a través de lo que entiendes.
T-25.I.5:3 El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Uno, de la misma manera en que todos tus hermanos están unidos en la verdad cual uno. Cristo y Su Padre jamás han estado separados, y Cristo mora en tu entendimiento, en aquella parte de ti que comparte la voluntad de Su Padre. El Espíritu Santo es el vínculo entre la otra parte -el demente y absurdo deseo de estar separado, de ser diferente y especial- y el Cristo, para hacer que la unicidad le resulte clara a lo que es realmente uno. En este mundo eso [la verdad no-dualista] no se entiende, pero se puede enseñar [Usando el símbolos y metáforas del lenguaje dualista.]
T-25.I.6. El Espíritu Santo apoya el propósito de Cristo en tu mente, de forma que tu deseo de ser especial pueda ser corregido allí donde se encuentra el error. Debido a que Su propósito sigue siendo el mismo que el del Padre y el del Hijo, Él conoce la voluntad de Dios, así como lo que tú realmente quieres. Pero esto sólo lo puede comprender la mente que se percibe a sí misma como una, y que, consciente de que es una, lo experimenta así. La función del Espíritu Santo es enseñarte cómo experimentar esta unicidad, qué tienes que hacer para experimentarla y adónde debes dirigirte para lograrlo.
T-25.I.7. De acuerdo con esto, se considera al tiempo y al espacio como si fueran distintos, pues mientras pienses que una parte de ti está separada, el concepto de una unicidad unida cual una sola no tendrá sentido. Es obvio que una mente así de dividida jamás podría ser el maestro de la Unicidad que une a todas las cosas dentro de Sí. Y, por lo tanto, lo que está dentro de esta mente, y en efecto une a todas las cosas, no puede sino ser su Maestro. Él necesita, no obstante, utilizar el idioma que dicha mente entiende, debido a la condición en que esta mente cree encontrarse. Y tiene que valerse de todo lo que ella ha aprendido para transformar las ilusiones en verdad y eliminar todas tus falsas ideas acerca de lo que eres, a fin de conducirte allende la verdad que se encuentra más allá de ellas. Todo lo cual puede resumirse muy simplemente de la siguiente manera:
Lo que es lo mismo no puede ser diferente, 


y lo que es uno no puede tener partes separadas. 


[Aseveraciónes acerca del silencio mental.]

[no he olvidado el dia que por primera vez tuve en mis manos la edición en espanól, lo abrí, y ahi estaba el instante de silencio ...me llegó tan profundo que lagrimas rodaron... le tomé gusto con el paso de los años y ha sido cada vez mas gratidicante apesar de que ya estaba muy acostumbrado al ingles del ACIM.]
Aquel a Quien dedicas parte de tu tiempo te da las gracias por cada instante de silencio que le ofreces. Pues en cada uno de esos instantes se le permite al recuerdo de Dios ofrecer todos sus tesoros al Hijo de Dios, que es para quien se han conservado. T-28.I.12:1-2 
El instante de silencio que Su Hijo acepta le da la bienvenida a la eternidad así como a Él, permitiéndoles a Ambos entrar donde es Su deseo morar. T-28.I.12:5 
[]


Necesitamos Despertar

Tú no puedes despertarte a ti mismo. 
No obstante, puedes permitir que se te despierte.
T-29-III.3:2
El mundo no ha experimentado todavía ningún despertar o renacimiento completo. Un renacer así es imposible mientras sigas proyectando o creando falsamente.
T-2.I.3
T-2.III.3. La resistencia al dolor puede ser grande, pero no es ilimitada. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor. A medida que este reconocimiento se arraiga más, acaba por convertirse en un punto decisivo en la vida de cada persona. Esto finalmente vuelve a despertar la Visión Espiritual y, al mismo tiempo, mitiga el apego a la Visión física.

T-2.V.7. El aprendizaje que verdaderamente corrige comienza siempre con el despertar del Espíritu y con el rechazo de la fe en la Visión física. Esto frecuentemente entraña temor, ya que tienes miedo de lo que tu Visión Espíritual te mostraría. 

Fuentes de apoyo:

Lecciones: 1 - 19 (causa y efecto)... Mis pensamientos son imagenes que yo mismo he fabricado.


Primer día de clases...
T-5.I.2. Demos comienzo a nuestro proceso de re-despertar con unos cuantos conceptos simples: Los pensamientos se expanden cuando se comparten. Cuantos más creen en ellos, más poderosos se tornan. Todo es una idea. ¿Cómo, entonces, puede asociarse dar con perder?
Nota: esta no es una aseveración para iniciar una cruzada de evangelización... Los pensamientos se expanden cuando se comparten -en el nivel de la mente-, ahí es donde se enseña o se demuestra... y por ello, y solo por ello, es que nada se pierde... Es por ello que no hay pensamientos privados y la razón porque no hay grados de ilusión, ni grados de difícutad en los milagros.

Jesús cita a Pablo en Filipenses:
T-5.I.3. Ésta es la invitación al Espíritu Santo. He dicho ya que puedo ascender hasta lo alto y hacer que el Espíritu Santo descienda hasta ti, mas sólo puedo hacer eso a instancia tuya. El Espíritu Santo se encuentra en tu mente recta, tal como se encontraba en la mía. La Biblia dice: "Que more en ti la mente que estaba en Cristo Jesús" [Filipenses 2:5], y lo utiliza como una bendición. Se trata de la bendición de la mentalidad milagrosa. Te pide que pienses tal como yo pensé, uniéndote de este manera a mí en el modo de pensar de Cristo.

 T-5.II.10. Te he asegurado que la mente que decidió por mí se encuentra también en ti, y que puedes permitirle que te transforme, tal como me transformó a mí. Esta mente es inequívoca porque sólo oye una Voz y contesta de una sola manera. Tú eres la luz del mundo junto conmigo.


El descanso no se deriva de dormir 
sino de despertar.


El Espíritu Santo es la llamada a despertar y a regocijarse.

El mundo (la mente que cree en la separación) está muy cansado porque es la idea del cansancio. Nuestra jubilosa tarea es la de despertarlo a la Llamada a Dios. Todos responderán a la Llamada del Espíritu Santo, ya que, de lo contrario, la Filiación no sería una.


¿Qué mejor vocación puede haber para cualquier parte del Reino que la de restituirlo a la perfecta integración que le devuelve la plenitud? Escucha sólo esto a través del Espíritu Santo en ti, y enseña a tus hermanos a escuchar tal como yo te estoy enseñando a ti.

T-6.I.7. Tu resurrección es tu re-despertar. Yo soy el modelo del renacimiento, pero el renacimiento en sí no es más que el despuntar en la mente de lo que ya se encuentra en ella. Dios Mismo lo puso allí, y, por lo tanto, es cierto para siempre. Yo creí en ello, y, por consiguiente, lo acepté como la verdad. Ayúdame a enseñárselo a nuestros hermanos en nombre del Reino de Dios, pero cree primero que es verdad, pues, de lo contrario, enseñarás mal. Mis hermanos se quedaron dormidos durante la supuesta "agonía del huerto", pero yo no pude haberme indignado con ellos porque sabía que no podía ser abandonado.

T-6.I.12. La crucifixión no puede ser compartida porque es el símbolo de la proyección, pero la resurrección es el símbolo del compartir, ya que para que la Filiación pueda conocer su plenitud, es necesario que cada uno de los Hijos de Dios experimente un re-despertar. Sólo esto es conocimiento.

T-6.IV.6. Escucha, pues, la única respuesta del Espíritu Santo a todas las preguntas que el ego plantea: eres una criatura de Dios, una parte de Su Reino de inestimable valor que Él creó como parte de Sí Mismo. Eso es lo único que existe y lo único que es real. 

Has elegido un sueño en el que has tenido pesadillas, pero el sueño no es real y Dios te exhorta a despertar. Cuando le oigas no quedará ni rastro de tu sueño porque despertarás. 


Tus sueños contienen muchos de los símbolos del ego y éstos te han confundido. Eso se debe, no obstante, a que estabas dormido y no te dabas cuenta de ello. Cuando despiertes, verás la verdad a tu alrededor y dentro de ti, y ya no creerás en los sueños porque éstos dejarán de ser reales para ti. El Reino, en cambio, y todo lo que allí has creado, será sumamente real para ti porque es hermoso y verdadero.

Jesús, gentilmente dice os despertaré dulcemente:
T-6.V.2. ¿Qué podría despertar más dulcemente a un niño que una tierna voz que no lo asusta sino que simplemente le recuerda que la noche ya pasó y que la luz ha llegado? No se le dice que las pesadillas que lo estaban aterrorizando tanto no eran reales, pues los niños creen en la magia. [-junto con los "adultos"-] Simplemente se le asegura que ahora está a salvo. Más tarde se le enseña a distinguir la diferencia entre estar dormido y estar despierto, para que entienda que no tiene que tener miedo de los sueños. Y así, cuando vuelva a tener pesadillas, él mismo invocará la luz para desvanecerlas

T-6.V.4. El Espíritu Santo nunca hace una relación detallada de los errores porque Su intención no es asustar a los niños, y los que carecen de sabiduría son niños. Siempre responde, no obstante, a su llamada, y el hecho de que ellos puedan contar con Él los hace sentirse más seguros. Los niños ciertamente confunden las fantasías con la realidad, y se asustan porque no pueden distinguir la diferencia que hay entre ellas. El Espíritu Santo no hace distinción alguna entre diferentes clases de sueños. Simplemente los hace desaparecer con Su luz. Su luz es siempre la llamada a despertar, no importa lo que hayas estado soñando. No hay nada duradero en los sueños, y el Espíritu Santo, que refulge con la Luz de Dios Mismo, sólo habla en nombre de lo que perdura eternamente.



El Espíritu Santo como traductor...
T-7.I.6. Pensar como Dios es compartir Su certeza acerca de lo que eres, y crear como Él es compartir el amor perfecto que Él comparte contigo. Hacia esto te conduce el Espíritu Santo, para que tu dicha sea total porque el Reino de Dios es íntegro. He dicho que el último paso en el re-despertar al conocimiento lo da Dios. Esto es verdad, pero es difícil de explicar con palabras porque las palabras son símbolos, y lo que es verdad no necesita explicación. 

El Espíritu Santo, no obstante, tiene la tarea de traducir lo inútil a lo útil, lo que no tiene significado a lo significativo y lo temporal a lo eterno. 


El Espíritu Santo puede, por consiguiente, decirte algo acerca de este último paso.




Empatía vs. Ego

TEXTO-16, Sección(I)
EL PERDÓN DE LAS ILUSIONES
La Verdadera Empatía vs. La Estragia de Empatía del Ego



T16.I.1 Unirse al sufrimiento de otro es la interpretación que el ego hace de la empatía, de la cual siempre se vale para entablar relaciones especiales en las que el sufrimiento se comparte. La capacidad de sentir empatía le es muy útil al Espíritu Santo, siempre que permitas que Él la use a Su manera. La manera en que Él la usa es muy diferente. Él no comprende el sufrimiento, y Su deseo es que enseñes que no es comprensible. Cuando se relaciona a través de ti, Él no se relaciona con otro ego a través del tuyo. No se une en el dolor, pues comprende que curar el dolor no se logra con intentos ilusorios de unirte a él y de aliviarlo compartiendo el desvarío.

T16.I.2 La prueba más clara de que la empatía, tal como el ego la usa, es destructiva, reside en el hecho de que sólo se aplica a un determinado tipo de problemas y a ciertos individuos. Él mismo los selecciona y se une a ellos. Pero nunca se une a nada, excepto para fortalecerse a sí mismo. Al haberse identificado con lo que cree entender, el ego se ve a sí mismo y procura expandirse compartiendo lo que es como él. No dejes que esta maniobra te engañe, El ego siempre utiliza la empatía para debilitar, y debilitar es atacar. Tú no sabes lo que es la empatía. Pero de esto puedes estar seguro: sólo con que te sentases calmadamente y permitieses que el Espíritu Santo se relacionase a través de ti, sentirías empatía por la fortaleza, y, de este modo, tu fortaleza aumentaría, y no tu debilidad.

[...Tu papel consiste únicamente en recordar esto: no quieres que nada que tú consideres valioso sea lo que tiene lugar en una relación...] No decides hacer nada a tu manera para deteriorarlas o para crear armonía en ellas. No sabes lo que es curar. Todo lo que has aprendido acerca de la empatía procede del pasado. [...Y no hay nada del pasado que desees compartir, pues no hay nada del pasado que desees conservar...]

[...No te valgas de la empatía para otorgarle realidad al pasado y así perpetuarlo...] Hazte a un lado tranquilamente y deja que la curación se lleve a cabo por ti. Mantén un solo pensamiento en la mente y no lo pierdas de vista, por muy grande que sea la tentación de juzgar cualquier situación, y de determinar tu reacción basándote en los juicios que has hecho de la misma.

CONCENTRA TU MENTE SÓLO EN ESTO [...No estoy solo, y no quiero imponer el pasado a mi Invitado. Lo invité y Él está aquí. No tengo que hacer nada, excepto no interferir...]

 
T16.I.4 La verdadera empatía procede de Aquel que sabe lo que es. Tú aprenderás a hacer la misma interpretación que Él hace de ella si le permites que se valga de tu capacidad para ser fuerte y no débil. Él no te abandonará, pero asegúrate de que tú no lo abandonas a Él. La humildad es fuerza sólo en este sentido: reconocer y aceptar el hecho de que no sabes, es reconocer y aceptar el hecho de que Él sí sabe. No estás seguro de que Él desempeñará Su función porque tú nunca has desempeñado la tuya completamente. [...Es imposible que sepas cómo responder a lo que no comprendes...] No caigas en esta tentación ni sucumbas al uso triunfante que el ego hace de la empatía para su propia vanagloria.

T16.I.5 El triunfo de la debilidad no es lo que deseas ofrecerle a un hermano. Sin embargo, no reconoces otro triunfo que ése. Eso no es conocimiento, y la forma de empatía que suscitaría es tan distorsionada, que no haría sino aprisionar lo que quiere liberar. Los que no han sido redimidos no pueden redimir, sin embargo, tienen un Redentor. No trates de ser Su maestro. Tú eres el estudiante. Él, el Maestro. No confundas tu papel con el Suyo, pues eso nunca le brindará paz a nadie. Ofrécele tu capacidad de sentir empatía, pues lo que deseas compartir es Su percepción y Su fortaleza. Y permite que Él te ofrezca Su fortaleza y Su percepción, para que puedan ser compartidas a través de ti.

T16.I.6 El significado del amor se pierde en cualquier relación: que vaya en busca de la debilidad y espere encontrar amor en ella. El poder del amor, que es su significado, radica en la fuerza de Dios que se cierne sobre ella y que la bendice silenciosamente al envolverla en sus alas sanadoras. No intervengas en esto, ni trates de reemplazarlo con un "milagro" tuyo. [...He dicho que si un hermano te pide que hagas algo que a ti te parece absurdo, que lo hagas...] Pero ten por seguro que esto no significa que tengas que hacer algo que pudiese ocasionarte daño a ti o a él, pues lo que le hace daño a uno, le hará daño al otro. Las peticiones absurdas son absurdas sencillamente porque son conflictivas, ya que siempre contienen ciertos elementos del deseo de ser especial. Sólo el Espíritu Santo reconoce las necesidades absurdas así como las reales. Y Él te enseñará cómo satisfacer las dos sin que ninguna quede excluida

T16.I.7 Tú intentarás hacer esto únicamente en secreto. Y pensarás que al satisfacer las necesidades de uno, el otro no se ve afectado porque los mantienes separados y ocultos el uno del otro. No es ése el camino que debes seguir, pues no conduce ni a la verdad ni a la vida. Ninguna necesidad quedará insatisfecha por mucho tiempo si la pones en manos de Aquel Cuya función es satisfacerla. Ésa es Su función, no la tuya. Él no satisfará ninguna necesidad en secreto, pues quiere compartir todo lo que des a través de Él. Por eso es por lo que lo da. Lo que tú das a través de Él es para toda la Filiación, no sólo para una parte de ella. Deja Su función en Sus manos, pues Él la llevará a cabo sólo con que lo invites a formar parte de tus relaciones y a bendecirlas por ti.

Exposición Y Desarollo

T3/IV - El Error del Ego _ pag. 45

T4/I -    Las Ilusiones del Ego _ pag. 52
T4/II -  Ego y Falsa Autonomía _ pag. 57
T4/V -  La Ilusión del Ego-Cuerpo _ pag. 72
T5/in -  Curación y Plenitud _ pag.
T5/V -  Ego y Culpabilidad _ pag. 92
T5/VI - El Tiempo y la Eternidad _ pag. 95
T9/I  -   La Aceptación de la Expiación / Realidad _pag
T9/III  - La Corrección del Error

RELACÍON ESPECIAL

T/15
T/23

EMPATIA

T-16.I.1-7  (única aparición)

ENSAYOS

La Relación Especial vs. La Relación Santa: errores en interpretación. (proxímamente)

El Inicio de la Separación

La aceptación de la culpabilidad en la mente del Hijo de Dios fue el comienzo de la separación, de la misma manera en que la aceptación de la Expiación es su final.

El mundo que ves es el sistema ilusorio de aquellos a quienes la culpabilidad ha enloquecido.

Contempla detenidamente este mundo y te darás cuenta de que así es. Pues este mundo es el símbolo del castigo, y todas las leyes que parecen regirlo son las leyes de la muerte.


Ni uno solo de ellos ha podido dejar de creer que Dios es cruel.
T-13.in.2




No Tiene Porque Ser Asi

Capítulo 4 - IV. Esto no tiene porqué ser así...

"...Si no puedes oír la Voz de Dios, es porque estás eligiendo no escucharla. Pero que sí escuchas a la voz de tu ego lo demuestran tus actitudes, tus sentimientos y tu comportamiento. No obstante, eso es lo que quieres. Eso es por lo que luchas y lo que procuras proteger manteniéndote alerta. Tu mente está repleta de estratagemas para hacer quedar bien al ego, pero no buscas el rostro de Cristo..."

"...Puedes cambiar de mentalidad. Cuando tu estado de ánimo te diga que has elegido equivocadamente, y esto es así siempre que no te sientes contento [dichoso], reconoce entonces que ello no tiene por qué ser así. En cada caso, has pensado mal acerca de algún hermano que Dios creó, y estás percibiendo imágenes que tu ego forja en un espejo tenebroso. Examina honestamente qué es lo que has pensado que Dios no habría pensado, y qué no has pensado que Dios habría querido que pensases. 

"... Negar esto y pensar de otra manera ha conservado a tu ego intacto, pero ha dividido literalmente a tu mente. Como hermano que te ama, tu mente es de suma importancia para mí, y te exhorto a seguir mi ejemplo cuando te contemples a ti mismo y cuando contemples a tu hermano, y a que veas en ambos las gloriosas creaciones de un Padre glorioso.

"...Cuando te sientas triste, reconoce que eso no tiene por qué ser así. Las depresiones proceden de una sensación de que careces de algo que deseas y no tienes. Recuerda que no careces de nada, excepto si así lo decides, y decide entonces de otra manera.

"...Cuando sientas ansiedad, date cuenta de que la ansiedad procede de los caprichos del ego. Reconoce que eso no tiene por qué ser así. Puedes estar tan alerta contra los dictados del ego como en su favor.

"...Cuando te sientas culpable, recuerda que el ego ciertamente ha violado las leyes de Dios, pero tú no. Los "pecados" del ego déjamelos a mí. Ése es el propósito de la Expiación. Pero hasta que no cambies de parecer con respecto a aquellos a quienes tu ego ha herido, la Expiación no podrá liberarte. Si te sigues sintiendo culpable es porque tu ego sigue al mando, ya que sólo el ego puede experimentar culpabilidad. Eso no tiene por qué ser así.

"...Vigila tu mente contra las tentaciones del ego, y no te dejes engañar por él. No tiene nada que ofrecerte. Cuando hayas abandonado ese des-ánimo voluntario, verás como tu mente puede concentrarse, trascender toda fatiga y sanar. No obstante, no te mantienes lo suficientemente alerta contra las exigencias del ego como para poder librarte de ellas. Eso no tiene por qué ser así.

"...El hábito de colaborar con Dios y Sus creaciones se adquiere fácilmente si te niegas diligentemente a dejar que tu mente divague. No se trata de un problema de falta de concentración, sino de la creencia de que nadie, incluido tú, es digno de un esfuerzo continuo. Ponte de mi parte sistemáticamente contra este engaño, y no permitas que esa desafortunada creencia te retrase.  


Los descorazonados no pueden ayudarse a sí mismos ni me pueden ayudar a mí. Sin embargo, sólo el ego puede sentirse descorazonado.

T-4.IV.8. ¿Te has detenido a pensar seriamente en las muchas oportunidades qué has tenido de regocijarte y en cuántas has dejado pasar? El poder de un Hijo de Dios es ilimitado, pero él puede restringir la expresión de su poder tanto como quiera. Tu mente y la mía pueden unirse para desvanecer con su luz a tu ego, liberando la fuerza de Dios para que reverbere en todo lo que hagas o pienses. No te conformes con menos, y niégate a aceptar como tu objetivo nada que no sea eso. Vigila tu mente con sumo cuidado contra cualquier creencia que se interponga en el logro de tu objetivo, y recházala. Juzga por tus sentimientos cuán bien has hecho esto, pues ése es el único uso acertado del juicio. Los juicios, al igual que cualquier otra defensa, se pueden utilizar para atacar o para proteger, para herir o para sanar. Al ego se le debe llevar a juicio y allí declararlo inexistente. Sin tu lealtad, protección y amor, el ego no puede existir. Deja que sea juzgado imparcialmente y no podrás por menos que retirarle tu lealtad, tu protección y tu amor.

T-4.IV.9. Eres un espejo de la verdad, en el que Dios Mismo brilla en perfecta luz. Al tenebroso espejo del ego no tienes sino que decirle: "No voy a mirar ahí porque sé que esas imágenes no son verdad". Deja entonces que el Santísimo brille sobre ti en paz, sabiendo que así y sólo así es como debe ser. Su mente resplandeció sobre ti en tu creación y le dio existencia a tu mente. Su mente resplandece todavía sobre ti y no puede sino resplandecer a través de ti. Tu ego no puede impedir que Dios resplandezca sobre ti, pero sí puede impedirte que le dejes resplandecer a través de ti.

T-4.IV.10. El Primer Advenimiento de Cristo no es más que otro nombre para la creación, pues Cristo es el Hijo de Dios. El Segundo Advenimiento de Cristo no significa otra cosa que el fin del dominio del ego y la curación de la mente. Al igual que tú, fui creado en el primero, y te he llamado para que te unas a mí en el segundo. Estoy a cargo del Segundo Advenimiento, mi juicio, que se usa solamente como protección, no puede ser erróneo porque nunca ataca. El tuyo puede estar tan distorsionado que hasta creas que me equivoqué al escogerte. Te aseguro que eso es un error de tu ego. No lo confundas con humildad. Tu ego está tratando de convencerte de que él es real y de que yo no lo soy, ya que si yo soy real, no puedo ser más real que tú. Ese conocimiento -y te aseguro yo que es conocimiento- significa que Cristo ha venido a tu mente y la ha sanado.

T-4.IV.11. Yo no ataco a tu ego. Trato con tu mente superior -la morada del Espíritu Santo- tanto si estás dormido como si estás despierto, al igual como tu ego trata con tu mente inferior, que es su hogar. Me mantengo alerta por ti con respecto a esto porque tú estás tan confundido que te resulta imposible reconocer tu propia esperanza. No estoy equivocado. Tu mente optará por unirse a la mía, y juntos somos invencibles. Tu y tu hermano os uniréis finalmente en mi nombre, y vuestra cordura os será restaurada. Resucité a los muertos porque sabía que la vida era un atributo eterno de todo lo que el Dios viviente creó. ¿Por qué crees que habría de ser más difícil para mí inspirar a los des-animados o estabilizar lo inestable? Yo no creo que haya grados de dificultad en los milagros; tú sí. Te he llamado y tú responderás. Yo comprendo que los milagros son acontecimientos naturales porque son expresiones de amor. El que yo te llame es tan natural como el que tú me respondas, e igualmente inevitable.

Es mi Objetivo

[258] Que recuerde que Dios es mi objetivo.
 
Lo único que necesitamos hacer es entrenar nuestras mentes a pasar por alto todos los objetivos triviales e insensatos, y a recordar que Dios es nuestro objetivo.

Ofrece La Otra Mejilla

Yo oí una sola Voz —la del Espíritu Santo— porque comprendí que era imposible que pudiese expiar únicamente para mí mismo. Escuchar una sola Voz implica que has decidido compartirla para así poderla oír tú mismo. La mente que estaba en mí se siente todavía irresistiblemente atraída hacia todas las mentes creadas por Dios, porque la Plenitud de Dios es la plenitud de Su Hijo. Nada puede hacerte daño, y no debes mostrarle a tu hermano nada que no sea tu plenitud. 

Muéstrale que él no puede hacerte daño y que no le guardas rencor, pues, de lo contrario, te estarás guardando rencor a ti mismo. Ese es el significado de: "Ofrécele también la otra mejilla". T5.IV.4

Cómo Fijar la Meta

La verdad viene por su propia iniciativa. 
Si experimentas paz, es porque la verdad ha venido a ti, y así, no podrás sino ver el desenlace correctamente, pues el engaño no puede prevalecer contra ti.

CAPÍTULO 17 - VI. CÓMO FIJAR LA META 

T-17.VI.1. La aplicación práctica del propósito del Espíritu Santo es extremadamente simple, aunque inequívoca. De hecho, para poder ser simple tiene que ser inequívoca. Lo simple es sólo lo que se entiende fácilmente, y para ello, es evidente que debe ser claro. El objetivo del Espíritu Santo opera dentro de un marco general, pero Él te ayudará a hacerlo específico, porque la aplicación práctica es específica. El Espíritu Santo provee ciertas directrices muy concretas que se pueden aplicar en cualquier situación, pero recuerda que tú aún no te has dado cuenta de que su aplicación es universal. A estas alturas, por lo tanto, es esencial utilizarlas en toda situación separadamente, hasta que puedas ver más allá de cada situación con mayor seguridad, y con un entendimiento mucho más amplio del que ahora posees.

T-17.VI.2. En cualquier situación en que no sepas qué hacer, lo primero que tienes que considerar es sencillamente esto: "¿Qué es lo que quiero que resulte de esta situación? ¿Qué propósito tiene?" El objetivo debe definirse al principio, pues eso es lo que determinará el resultado. El ego procede a la inversa. La situación se convierte en lo que determina el resultado, que puede ser cualquier cosa. La razón de este enfoque desorganizado es evidente. El ego no sabe qué es lo que quiere que resulte de la situación. Es consciente de lo que no quiere, pero sólo de eso. No tiene ningún objetivo constructivo en absoluto.

T-17.VI.3. Sin un objetivo constructivo, establecido de antemano y claramente definido, la situación simplemente parece ocurrir al azar y no tiene ningún sentido hasta que ya ha ocurrido. Entonces miras en retrospectiva, y tratas de reconstruirla para ver qué sentido tuvo. Y no podrás sino equivocarte. No sólo porque tus juicios están vinculados al pasado, sino porque tampoco tienes idea de lo que debió haber ocurrido. No se estableció ningún objetivo con el que armonizar los medios. Y ahora el único dictamen que puede hacerse es si al ego le gusta lo que pasó o no, si es aceptable para él o si clama por venganza. La ausencia de un criterio establecido de antemano que determine el resultado final, hace que sea dudoso el que se pueda entender y que sea imposible evaluarlo.

T-17.VI.4. El valor de decidir de antemano lo que quieres que ocurra es simplemente que ello te permite percibir la situación como un medio para hacer que tu objetivo se logre. Haces, por lo tanto, todo lo posible por pasar por alto todo lo que interferiría en su logro, y te concentras sólo en lo que te ayuda a conseguirlo. Es obvio que este enfoque ha hecho que la manera en que distingues lo verdadero de lo falso sea más parecida a la del Espíritu Santo. Lo verdadero viene a ser lo que se puede utilizar para lograr el objetivo, y lo falso, lo inútil desde ese punto de vista. La situación tiene ahora sentido, pero sólo porque el objetivo ha hecho que lo tenga.

T-17.VI.5. Tener a la verdad por objetivo tiene otras ventajas prácticas. Si la situación se usa en favor de la verdad y la cordura, su desenlace no puede ser otro que la paz. Y esto es así independiente de cuál sea el desenlace. Si la paz es la condición de la verdad y la cordura, y no puede existir sin ellas, allí donde hay paz tienen que estar también la verdad y la cordura. La verdad viene por su propia iniciativa. Si experimentas paz, es porque la verdad ha venido a ti, y así, no podrás sino ver el desenlace correctamente, pues el engaño no puede prevalecer contra ti. Podrás reconocer el desenlace precisamente porque estás en paz. En esto se puede ver una vez más lo opuesto a la manera de ver del ego, pues el ego cree que es la situación la que da lugar a la experiencia. El Espíritu Santo sabe que la situación es tal como el objetivo la determina, y que se experimenta de acuerdo con ese objetivo.

T-17.VI.6. Tener a la verdad por objetivo requiere fe. La fe está implícita en la aceptación del propósito del Espíritu Santo, y esta fe lo abarca todo. Allí donde se ha establecido el objetivo de la verdad, allí tiene que estar la fe. El Espíritu Santo ve la situación como un todo. El objetivo establece el hecho de que todo aquel que esté involucrado en la situación desempeñará el papel que le corresponde en la consecución del mismo. Esto es inevitable. Nadie fracasará en su cometido. Esto parece requerir mucha más fe de la que tú tienes ahora, y mucha más de la que tú puedes dar. Esto es así, no obstante, sólo desde el punto de vista del ego, pues el ego cree que la manera de "resolver" los conflictos es fragmentándolos, y, así, no percibe la situación como un todo. El ego, por consiguiente, intenta dividir la situación en segmentos y lidiar con cada uno de ellos por separado, pues tiene fe en la separación y no en la unidad.

T-17.VI.7. Cuando el ego se enfrenta a un aspecto de la situación que parece ser difícil, trata de trasladarlo a otro lugar y resolverlo allí. Y parecerá tener éxito, salvo que ese intento entra en conflicto con la unidad, y no puede por menos que enturbiar el objetivo de la verdad. Y no se podrá experimentar paz, salvo en fantasías. La verdad no ha venido porque la fe ha sido negada, al no haberse depositado donde por derecho propio le corresponde estar. De este modo pierdes el entendimiento de la situación que el objetivo de la verdad te brindaría. Pues las soluciones que proceden de fantasías no aportan sino una experiencia ilusoria, y una paz ilusoria no es la condición que le permite la entrada a la verdad.

Amor sin Compulsión

El amor aflorará de inmediato en cualquier mente
que de verdad lo desee, pero tiene que desearlo de verdad
Esto quiere decir:
desearlo sin ninguna ambivalencia, 
y esta forma de desear está completamente
desprovista de la "compulsión de obtener" del ego.
T-4.III.4.7-8 (texto pag 67)

La Relación Especial

T-4.III.4:6 No hay amor en este mundo que esté exento de esta ambivalencia, y puesto que ningún ego ha experimentado amor sin ambivalencia, el amor es un concepto que está más allá de su entendimiento.

T-16.V.4. En la relación especial -nacida del deseo oculto de que Dios nos ame con un amor especial- es donde triunfa el odio del ego.

"...Es esencial para la supervivencia del ego que tú creas que el especialismo no es el infierno, sino el Cielo..."

T-16.V.5. Para todo el mundo el Cielo es la compleción. En esto no puede haber desacuerdo porque tanto el ego como el Espíritu Santo lo aceptan. Están, no obstante, en completo desacuerdo con respecto a lo que es la compleción y a cómo se alcanza. El Espíritu Santo sabe que la compleción reside en primer lugar en la unión, y luego en la extensión de ésta. Para el ego, la compleción reside en el triunfo, y en la extensión de la "victoria" incluso hasta el triunfo definitivo sobre Dios.

T-16.V.6. La relación especial es un mecanismo extraño y antinatural del ego para unir Cielo e infierno, e impedir que se pueda distinguir entre uno y otro. Tratar de encontrar lo que supuestamente es lo "mejor" de los dos mundos, simplemente ha dado lugar a que se tengan fantasías de ambos y a que sea imposible percibir a ninguno de ellos tal como realmente es. La relación especial es el triunfo de esta confusión. Es un tipo de unión en que la unión está excluida, pues la exclusión es la base de dicho intento de unión. ¿Qué mejor ejemplo que esto puede haber de la máxima del ego: "Busca, pero no halles"?

T-16.V.7. Lo más curioso de todo es el concepto de yo que el ego fomenta en las relaciones especiales. Este “yo" busca relaciones para completarse a sí mismo. Pero cuando encuentra la relación especial en la que piensa que puede lograrlo, se entrega a sí mismo, y trata de "intercambiarse" por el yo del otro. Eso no es unión, pues con ello no hay aumento ni extensión. Cada uno de ellos trata de sacrificar el yo que no desea a cambio de uno que cree que prefiere. Y se siente culpable por el "pecado" de apropiarse de algo y de no dar nada valioso a cambio. ¿Qué valor le puede adjudicar a un yo del que quiere deshacerse para obtener otro "mejor"?



T-17.IV.8. La relación especial te ofrece el marco más imponente y falaz de todas las defensas de las que el ego se vale. Su sistema de pensamiento se ofrece aquí, rodeado por un marco tan recargado y elaborado, que el cuadro casi desaparece debido a la imponente estructura del marco. En el marco van entretejidas toda suerte de fantasías de amor quiméricas y fragmentadas, engarzadas con sueños de sacrificio y vanagloria, y entrelazadas con hilos dorados de auto-destrucción. El brillo de la sangre resplandece como si de rubíes se tratase, y las lágrimas van talladas cual diamantes que refulgen tenuemente a la luz mortecina en que se hace el ofrecimiento.

M-9.1:8 Las relaciones personales, en especial, tienen que percibirse debidamente, y se tiene que eliminar la piedra angular de la falta de perdón. De lo contrario, el viejo sistema de pensamiento mantendrá aún una base a donde poder regresar.

El Mundo Real

El mundo real
se alcanza simplemente mediante el completo perdón del viejo mundo, aquel que contemplas sin perdonar. 

El Gran Transformador de la percepción emprenderá contigo un examen minucioso de la mente que dio lugar a ese mundo, y te revelará las aparentes razones por las que lo construiste. A la luz de la auténtica razón que le caracteriza te darás cuenta, a medida que lo sigas, de que ese mundo está totalmente desprovisto de razón. 

Cada punto que Su razón toque florecerá con belleza, y lo que parecía feo en la oscuridad de tu falta de razón, se verá transformado de repente en algo hermoso. Ni siquiera lo que el Hijo de Dios inventó en su demencia podría no tener oculto dentro de sí una chispa de belleza que la dulzura no pudiese liberar. T-17.II.5:1-5

Consagra tu Camino

Considera estas sesiones de práctica como consagraciones al camino,

a la verdad y a la vida.


L-rII.1. Estamos listos ahora para otro repaso. Comenzaremos donde el anterior terminó y abarcaremos dos ideas por día. La primera parte del día se dedicará a una de estas ideas, y la segunda parte a la otra. Llevaremos a cabo una sola sesión de ejercicios larga, y varias sesiones cortas en las que practicaremos con cada una de las ideas.

L-rII.2. Las sesiones más largas deben hacerse siguiendo estas sugerencias: asigna aproximadamente quince minutos a cada una de ellas, y comienza pensando en las ideas correspondientes a ese día, así como en los comentarios que las acompañan. Dedica tres o cuatro minutos a leerlos lentamente, varias veces si así lo deseas, y luego cierra los ojos y escucha.

L-rII.3. Repite la primera fase del ejercicio si notas que tu mente divaga, pero trata de pasar la mayor parte del tiempo escuchando sosegadamente aunque con mucha atención. Hay un mensaje esperándote. Confía en que lo vas a recibir. Recuerda que es para ti y que quieres recibirlo.

L-rII.4. No permitas que tu intención vacile en presencia de aquellos pensamientos que vengan a distraerte. Comprende que sea cual sea la forma que adopten, no tienen sentido ni poder. Reemplázalos con tu determinación de triunfar. No olvides que tu voluntad tiene poder sobre todas las fantasías y sobre todos los sueños. Confía en que tu voluntad te apoyará y te llevará más allá de ellos.

L-rII.5. Considera estas sesiones de práctica como consagraciones al camino, a la verdad y a la vida. 
No dejes que ninguna ilusión, ningún pensamiento de muerte ni ninguna senda sombría te desvíe de tu propósito. Estás comprometido a la salvación. Resuélvete cada día a no dejar de cumplir tu función.

L-rII.6. Reafirma tu determinación asimismo en las sesiones de práctica más cortas, usando la idea en su forma original para las aplicaciones generales y variaciones más específicas cuando sea necesario. En los comentarios que siguen a las ideas se incluyen algunas variaciones específicas. Éstas son, no obstante, meras sugerencias. Las palabras que utilices no es lo que realmente importa.

Soy Compartiendo

Dios, que abarca todo lo que existe, creó seres que lo tienen todo individualmente, pero que quieren compartirlo para así incrementar su gozo. Nada real puede incrementarse excepto compartiéndolo. Por eso es por lo que Dios te creó a ti.

La Abstracción Divina se deleita compartiendo. 
T-4.VII.5

El Tejedor de Ilusiones

Lección 23 (fragmento)
Ves el mundo que has fabricado, pero no te ves a ti mismo como el que fabrica las imágenes. 
L-23.4:1

Referencias a la lección:

T-27.VII.7:6-9 Así es como surgieron todas las ilusiones. El que las teje no se da cuenta de que es él mismo quien las urde ni cree que la realidad de éstas dependa de él. Cualquiera que sea su causa, es algo completamente ajeno a él, y su mente no tiene nada que ver con lo que él percibe. No puede dudar de la realidad de sus sueños porque no se da cuenta del papel que él mismo juega en su fabricación y en hacer que parezcan reales.

T-27.VII.13:1-2 Tú eres el soñador del mundo de los sueños. Éste no tiene ninguna otra causa, ni la tendrá jamás

T-27.VIII.6. Devolvámosle al soñador el sueño del que se desprendió, el cual él percibe como algo que le es ajeno y que se le está haciendo a él.

T-28.II.4. En realidad no ha ocurrido nada, excepto que te quedaste dormido y tuviste un sueño en el que eras un extraño para ti mismo y tan sólo una parte del sueño de otro. El milagro no te despierta, sino que simplemente te muestra quién es el soñador.

T-28.II.7. El milagro establece que estás teniendo un sueño y que su contenido no es real. Éste es un paso crucial a la hora de lidiar con ilusiones. Nadie tiene miedo de ellas cuando se da cuenta de que fue él mismo quien las inventó. Lo que mantenía vivo al miedo era que él no veía que él mismo era el autor del sueño y no una de sus figuras.

T-29-IV.1. "...No puedes quedarte con algunos sueños y despertar de otros, pues o bien estás dormido o bien despierto. Y soñar tiene que ver únicamente con una de estas dos posibilidades.

T-29-IV.2. Los sueños que te parecen gratos te retrasarán tanto como aquellos en los que el miedo es evidente. Pues todos los sueños son sueños de miedo, no importa en qué forma parezcan manifestarse. El miedo se ve adentro o afuera, o en ambos sitios. O puede estar oculto tras formas agradables. Pero nunca está ausente del sueño, pues el miedo es el elemento básico de todos los sueños. Puede que la forma en que éstos se manifiestan cambie, pero es imposible que se compongan de ninguna otra cosa.

La Mente Despierta

Nada puede prevalecer contra un Hijo de Dios que encomienda su Espíritu en las Manos de su Padre.
Al hacer esto,
la mente despierta de su sueño y
recuerda a su creador.


Toda sensación de separación desaparece


T-3.II.5:1

Separación (Aceptar la Expiación)

T-7.VIII.7 Este curso no tiene otro propósito que enseñarte que el ego es algo increíble y que siempre lo será. Tú, que lo inventaste al creer lo increíble, no puedes emitir ese juicio por tu cuenta. Pero cuando aceptas la Expiación para ti mismo, decides en contra de la creencia de que puedes estar solo, desvaneciendo así la idea de la separación y afirmando tu verdadera identificación con todo el Reino como algo que literalmente forma parte de ti. Esta identificación está más allá de cualquier duda del mismo modo en que está más allá de cualquier creencia. Tu plenitud es ilimitada porque el estado de ser es infinito.

T-13.in.2 La aceptación de la culpabilidad en la mente del Hijo de Dios fue el comienzo de la separación, de la misma manera en que la aceptación de la Expiación es su final. El mundo que ves es el sistema ilusorio de aquellos a quienes la culpabilidad ha enloquecido. Contempla detenidamente este mundo y te darás cuenta de que así es. Pues este mundo es el símbolo del castigo, y todas las leyes que parecen regirlo son las leyes de la muerte. Los niños vienen al mundo con dolor y a través del dolor. Su crecimiento va acompañado de sufrimiento y muy pronto aprenden lo que son las penas, la separación y la muerte. Sus mentes parecen estar atrapadas en sus cerebros, y sus fuerzas parecen decaer cuando sus cuerpos se lastiman. Parecen amar, sin embargo, abandonan y son abandonados. Parecen perder aquello que aman, la cual es quizá la más descabellada de todas las creencias. Y sus cuerpos se marchitan, exhalan el último suspiro, se les da sepultura y dejan de existir. Ni uno solo de ellos ha podido dejar de creer que Dios es cruel.

T-28.IV.1 Aceptar la Expiación para ti mismo significa no prestar apoyo a los sueños de enfermedad y muerte de nadie. Significa que no compartes con ningún individuo su deseo de estar separado ni dejas que vuelque sus ilusiones contra sí mismo. Tampoco deseas que éstas se vuelquen contra ti. De este modo, no tienen ningún efecto. Y te liberas de los sueños de dolor porque permites que él se libere de ellos. A menos que lo ayudes, sufrirás con él, ya que ése es tu deseo. Y te convertirás en un protagonista en su sueño de dolor, tal como él lo es en el tuyo. De este modo, los dos os convertís en ilusiones sin ninguna identidad. Tú puedes ser cualquier persona o cualquier cosa, según de quién sea el sueño de maldad que compartas. Pero de una cosa puedes estar seguro: que eres perverso, pues compartes sueños de miedo.

Cual Tu

La noción del YO es tan arraigada que cuando el Curso ultiliza el pronombre TU no se nos ocurre pensar que nunca esta hablando o dirigiendose a TÍ... El que esta leyendo no eres TU que TU crees ser... espero esta nota por Ken Wapnick y parafraseada al español os sea de ultililidad para aclarar esta confunsión quien es quien.
Jesús se remite al tomador de decisiones/mente que siempre esta fuera del tiempo a motivarlo que eliga de nuevo, que eliga despertar. En ningún momento Jesús le habla a un "yo/cuerpo" porque no hay cuerpo como algo que tiene existencia inerente absoluta y permanente por no decir que su naturaleza es netamente inlusoria. El curso enseña que en ningun momento se experimenta el cuerpo como algo ahora sino que siempre se anticipa. Es decir la que la arraigada identificacion con el cuerpo es un pre-condicionamiento mental  sostenido en una  falsa creacion de la mente. Desde el cimiento del Curso el hecho de que creamos existir como un "yo" y crear una realidad alterna; realidad misma que por tener con semilla la culpa, no los hace real. El ego fabrica la impermanencia tiempo-espacio y se "castiga" asi mismo con la muerte del cuerpo aun en esto cree usurpar el poder de Dios y hacer justacia al castigar al cuerpo por sus pecados. Esto es simplemente el guion del ego. Si Jesús nos hablara como cuerpos y no al tu que creemos ser, el estaria tan demente como las figuras que creen estar "aquí" en el sueño. Nuestra mente es la causa y el mundo el efecto de una mente que cree que puede dividirse para tener individualidad y concederle una realidad que no tiene. Nuestro cuerpo es un holograma proyectado, un truco de tiemp-espacio que aparece como real y que sirve para los propositos del ego hasta que el tomador de decisiónes se decida por la voz que habla por Dios, el Espíritu Santo.
"...Todavía tienes muy poca confianza en mí, pero ésta aumentará a medida que recurras más y más a mí - en vez de a tu ego - en busca de consejo. Los resultados te irán convenciendo cada vez más de que ésta es la única elección cuerda que puedes hacer. Nadie que aprenda por experiencia propia que cierta elección le brinda paz y alegría, mientras que otra le precipita al caos y al desastre tiene más necesidad de persuasión. Es más eficaz aprender a base de recompensas que a base de dolor porque el dolor es una ilusión del ego y no puede producir más que un efecto temporal. Las recompensas de Dios, en cambio, se reconocen inmediatamente como eternas..."


Puesto que este reconocimiento lo haces tú y no el ego, el reconocimiento mismo establece que tú y el ego no podéis ser lo mismo. Tal vez creas que ya has aceptado esto, pero aún no estás convencido de ello en absoluto. 

Prueba de ello es el hecho de que crees que debes escaparte del ego. Sin embargo, no puedes escaparte de él humillándolo; controlándolo o castigándolo.  
T-4.VI.3

Nadie Tiene Miedo

El milagro establece que estás teniendo un sueño y que su contenido no es real. 

Éste es un paso crucial
a la hora de lidiar con ilusiones.

Nadie tiene miedo de ellas cuando se da cuenta de que fue él mismo quien las inventó. 
T-28.II.7:1

Culpa Separación Ataque Venganza

DIVISIÓN – sin explícitamente aparecer como tales, el Curso describe cuatro niveles de divisiones, las cuales se reflejan en el mundo a través de nuestras relaciones especiales:
1. El pensamiento original de separación cuando creímos habernos separado de Dios, lo cual nos lleva a la creencia en dos mentes:
La Mente de Cristo y la mente dividida.

2. La siguiente división de la mente dividida en mentes errada y correcta:
los hogares del ego y del Espíritu Santo.

3. La separación de la mente errada y de la mente correcta por medio de la creencia en el sistema de pensamiento del ego de pecado, culpa, miedo; el Amor del Espíritu Santo ahora a sido sepultado bajo el especialismo del ego, y a Dios se le teme en vez de aceptársele.

4. La división ontológica final en la que se niega la culpa en nuestras mentes y se proyecta hacia fuera, se fabrica un mundo separado de ataque y de muerte, un mundo que parece estar separado de la mente que lo pensó.
DISOCIACIÓN – una defensa del ego que separa al ego del Espíritu Santo  –la mente errada de la mente correcta– dividiendo lo que parece atemorizante, lo cual simplemente refuerza el miedo que es la meta del ego; el intento del ego de separar dos sistemas de pensamiento conflictivos y mantenerlos a ambos en nuestra mentes, de modo que sistema de pensamiento de obscuridad esté a salvo de la luz lo deshaga.

ataque-culpa T-7.VIII.4; T-13.in.1; T-13.II.1-3; L-pI.170.3-4; L-pI.196.5-6,9-11; M-13.7


T-13.in.1. Si no te sintieses culpable no podrías atacar, pues la condenación es la raíz del ataque.

T-13.II.1. El propósito fundamental de la proyección es siempre deshacerse de la culpabilidad. Pero el ego, como de costumbre, trata de deshacerse de la culpabilidad exclusivamente desde su punto de vista, pues por mucho que él quiera conservar la culpabilidad, a ti te resulta intolerable, toda vez que la culpabilidad te impide recordar a Dios, Cuya atracción es tan fuerte que te es irresistible. En este punto, pues, se produce la más profunda de las divisiones, pues si has de conservar la culpabilidad, tal como insiste el ego, tú no puedes ser tú mismo. Sólo persuadiéndote de que tú eres él podría el ego inducirte a proyectar la culpabilidad y de ese modo conservarla en tu mente.


T-13.II.2. Observa, sin embargo, cuán extraña es la solución que el ego ha urdido. Proyectas la culpabilidad para deshacerte de ella, pero en realidad estás simplemente ocultándola. Experimentas culpabilidad, pero no sabes por qué. Al contrario, la asocias con un extraño surtido de "ideales del ego", en los que, según él, le has fallado. Sin embargo; no te das cuenta de que a quien le estás fallando es al Hijo de Dios al considerarlo culpable. Al creer que tú ya no eres tú, no te das cuenta de que te estás fallando a ti mismo.


T-13.II.3. La más tenebrosa de las piedras angulares que ocultas, mantiene tu creencia en la culpabilidad fuera de tu conciencia, pues en ese lugar tenebroso y secreto yace el reconocimiento de que has traicionado al Hijo de Dios al haberlo condenado a muerte. Tú ni siquiera sospechas que esta idea asesina, aunque demente, yace ahí oculta, pues las ansias destructivas del ego son tan intensas que sólo la crucifixión del Hijo de Dios puede, en última instancia, satisfacerle. No sabe quién es el Hijo de Dios porque es ciego. Mas permítele percibir inocencia en cualquier parte, y tratará de destruirla debido a su miedo.


L-196.5. El pensamiento desesperante y deprimente de que puedes atacar a otros sin que ello te afecte te ha clavado a la cruz. Tal vez pensaste que era tu salvación. Mas sólo representaba la creencia de que el temor a Dios era real. ¿Y qué es esto sino el infierno? ¿Quién que en su corazón no tuviese miedo del infierno podría creer que su Padre es su enemigo mortal, que se encuentra separado de él y a la espera de destruir su vida y obliterarlo del universo?


L-196.6. Tal es la forma de locura en la que crees, si aceptas el temible pensamiento de que puedes atacar a otro y quedar tú libre. Hasta que esta forma de locura no cambie, no habrá esperanzas. Hasta que no te des cuenta de que, al menos esto, tiene que ser completamente imposible, ¿cómo podría haber escapatoria? El temor a Dios es real para todo aquel que piensa que ese pensamiento es verdad. Y no percibirá su insensatez, y ni siquiera se dará cuenta de que lo abriga, lo cual le permitiría cuestionarlo.



L-169.9. Pues la unidad no puede sino encontrarse aquí. Sea cual sea el momento que la mente haya fijado para la revelación ello es completamente irrelevante para lo que no puede sino ser un estado constante, eternamente como siempre ha sido, y como ha de seguir siendo eternamente. Nosotros simplemente asumimos el papel que se nos asignó hace mucho, y que Aquel que escribió el guión de la salvación en el Nombre de Su Creador y en el Nombre del Hijo de Su Creador, reconoció como perfectamente realizado.

L-169.10. No hay necesidad de clarificar más lo que nadie en el mundo puede entender. Cuando la revelación de tu unidad tenga lugar, lo sabrás y lo comprenderás plenamente. Pero por ahora es mucho lo que aún nos queda por hacer, pues aquellos que se encuentran en el tiempo pueden hablar de cosas que están más allá de él, y escuchar palabras que explican que lo que ha de venir ha pasado ya. Mas ¿qué significado pueden tener dichas palabras para los que todavía se rigen por el reloj, y se levantan, trabajan y se van a dormir de acuerdo con él?

L-169.11. Baste, pues, con decir que para desempeñar tu papel es mucho lo que aún te queda por hacer. El final seguirá siendo nebuloso hasta que hayas desempeñado por completo tu papel. Pero eso no importa, pues tu papel sigue siendo el pilar sobre lo que todo lo demás descansa. Conforme asumas el papel que se te encomendó, la salvación se acercará un poco más a cada corazón incierto cuyo latir no esté aún en sintonía con Dios.