Nada puede prevalecer contra un Hijo de Dios que encomienda su Espíritu en las Manos de su Padre.
Al hacer esto,
la mente despierta de su sueño y
recuerda a su creador.
Toda sensación de separación desaparece.
T-3.II.5:1
Al hacer esto,
la mente despierta de su sueño y
recuerda a su creador.
Toda sensación de separación desaparece.
T-3.II.5:1